El gobernador de Chuquisaca, Esteban Urquizu, se trasladó ayer a la región del Chaco donde realizó un sobrevuelo de las zonas afectadas por los incendios forestales, los cuales, según reportes oficiales, han dañado una área extensa en el municipio de Huacareta.
Urquizu, que viajó acompañado de funcionarios de la Gobernación y representantes de Defensa Civil, dijo que la única forma de combatir el avance del fuego es mediante la utilización de extintores aéreos, pues sostuvo que el desastre se desplaza por lugares prácticamente inaccesibles para las brigadas militares y de voluntarios que intentan frenar las llamas.
Urquizu se trasladó, ayer, a la región del Chaco en un helicóptero de la Fuerza Aérea, con el objetivo de realizar –según dijo- una evaluación más objetiva sobre la superficie afectada por el fuego y tomar previsiones respecto a las futuras acciones a tomarse.
Según la Gobernación de Chuquisaca, el epicentro del desastre se encuentra ahora sobre la serranía de Milagros, en la provincia Hernando Siles, y el mismo amenaza a unas 15 comunidades campesinas del lugar, donde se ha reportado la destrucción de flora y fauna silvestre.
Además, la intensa sequía que afecta a toda la región coadyuva a la propagación del fuego que avanza imparable con enormes lenguas de hasta dos metros de altura, según relataron comunarios de la zona.
La autoridad forestal precisó que la superficie afectada por los incendios alcanza a las 34.808 hectáreas y comprende la serranía de Los Milagros y las cercanías de las comunidades de Villa Esperanza, Totarenda, Santa María, Guaya Villar, San José, Itapo, Abra, Yumao, Laurel, El Carmen, Huirasay, Casa Alta, Ñacamiri y Yapucaiti.
El responsable de Defensa Civil en Chuquisaca, Luis Sánchez, informó, asimismo, que una patrulla de efectivos del Regimiento Sucre, compuesta por cincuenta conscriptos, permanece en el lugar para brindar apoyo a las tareas de extinción que hasta ahora han sido insuficientes para sofocar el fuego.
Se estima que la velocidad de propagación del fuego es de entre cinco a ocho metros por minuto, con llamas que oscilan entre los treinta centímetros a los 2,5 metros de altitud, de acuerdo al informe técnico enviado por los evaluadores.