La Coordinadora Verde acoge con moderado optimismo el acuerdo de Cancún y celebra la vuelta al multilateralismo en las negociaciones para alcanzar un acuerdo vinculante que prolongue y sustituya al Protocolo de Kioto, pero recuerda que los compromisos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero están todavía muy lejos de las necesidades expresadas por la comunidad científica para mantener el aumento de la temperatura de la Tierra por debajo de los 1,5 grados, tal y como han señalado Ecologistas en Acción.
Junto a otros partidos verdes europeos, la Coordinadora Verde se muestra escéptica sobre las verdaderas intenciones de los países ricos, que se resisten a asumir compromisos vinculantes y proponen vagas medidas compensatorias que les permitirían evadir sus responsabilidades históricas.
Florent Marcellesi, coportavoz de la Coordinadora Verde valora positivamente los acuerdos para financiar las medidas de protección de los bosques tropicales y los fondos de adaptación para reducir la vulnerabilidad climática de los países del Sur, los que menos han contribuido a la desestabilización del clima pero los que más sufren sus efectos devastadores, como nos muestran las recientes inundaciones en Pakistán, Venezuela y Colombia que han afectado a millones de personas.
José Luis Peña, coordinador de Verdes Sin Fronteras, recuerda que la comunidad internacional no ha abordado todavía las causas fundamentales del cambio climático, enraizadas en el modelo de crecimiento continuo que promovían y aún promueven la mayoría de los Estados y las organizaciones multilaterales, especialmente el Banco Mundial. José Luis Peña reitera su apoyo a la declaración de los pueblos en Cochabamba y está convencido de que solo un cambio profundo en el modelo de desarrollo puede resolver este problema. Por ello, se suma a las palabras de Evo Morales en el campamento de la Vía Campesina en Cancún, señalando que defender los derechos humanos exige defender también la justicia y los derechos sociales, económicos, culturales y ambientales de todos los pueblos de la Tierra.
La coportavoz de La Coordinadora Verde Sonia Ortiga recuerda que los mercados, propuestos por algunos países como un mecanismo válido para asegurar que las ayudas y compensaciones lleguen a quienes sufren las consecuencias del cambio climático, han demostrado durante la reciente crisis su inestabilidad y su absoluta incapacidad para actuar a largo plazo, por lo que están incapacitados para gestionar los certificados de reducción de emisiones o los fondos de protección de los bosques tropicales.
Igualmente Sonia Ortiga se muestra de acuerdo con nuestros colegas de Europe Ecologie en el papel esencial que tienen los colectivos y las entidades locales en los esfuerzos por reducir el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero. La Coordinadora Verde se declara convencida de que la solución al cambio climático y al consumo inmoderado de combustibles fósiles no vendrá de los mercados sino de la combinación decidida de la acción ciudadana y una regulación estatal adecuada.
Por todo lo anterior,
Llamamos a todos y cada uno de los agentes políticos, económicos y sociales a asumir sus responsabilidades y actuar decididamente para reducir el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero, sin esperar a que se alcance un acuerdo vinculante que prolongue el Protocolo de Kioto.
Llamamos específicamente al gobierno español a que:
• Sea coherente con sus compromisos internacionales y elimine las ayudas al carbón y otros sectores responsables del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, incluyendo la industria automovilística.
• Regule adecuadamente el mercado eléctrico para reducir el consumo energético, defender los derechos de los consumidores y asegurar que las energías renovables superan el 50% del consumo final de la energía nacional en 2020.
• Apoye a las entidades locales y a los colectivos ciudadanos que se esfuerzan en reducir su consumo energético y sus emisiones de gases de efecto invernadero para que reciban parte de los ingresos obtenidos por los mercados de carbono.
• Apoye la iniciativa Yasuni-ITT y promueva otras similares, tanto en España como en el Sur.
Llamamos a la Unión Europea para que:
• No espere a que se alcance un acuerdo vinculante en la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático y promueva decididamente políticas europeas de reducción del consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores, incluyendo la producción y distribución de energía, el transporte, la vivienda y la industria alimentaria para asegurar una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 40% en 2020 y del 90% en 2050.
• Reconozca su deuda ecológica y movilice recursos financieros suficientes para reducir la vulnerabilidad climática y promover el desarrollo de una economía sostenible en los países del Sur, liberándolos de la dependencia de los combustibles fósiles y de la explotación de sus recursos naturales.
• Asegure que los mecanismos de transferencia de capital y tecnología en el marco de la Convención para el Cambio Climático, incluyendo los créditos por la reducción de emisiones y los fondos para la reducción de la deforestación en los bosques tropicales, no generen más deuda externa, lleguen efectivamente a quienes más sufren los efectos del cambio climático, respeten plenamente los derechos sociales, económicos, culturales y ambientales de los pueblos y estén bajo el control de las comunidades y colectivos locales .
Florent Marcellesi, coportavoz de la Coordinadora Verde valora positivamente los acuerdos para financiar las medidas de protección de los bosques tropicales y los fondos de adaptación para reducir la vulnerabilidad climática de los países del Sur, los que menos han contribuido a la desestabilización del clima pero los que más sufren sus efectos devastadores, como nos muestran las recientes inundaciones en Pakistán, Venezuela y Colombia que han afectado a millones de personas.
José Luis Peña, coordinador de Verdes Sin Fronteras, recuerda que la comunidad internacional no ha abordado todavía las causas fundamentales del cambio climático, enraizadas en el modelo de crecimiento continuo que promovían y aún promueven la mayoría de los Estados y las organizaciones multilaterales, especialmente el Banco Mundial. José Luis Peña reitera su apoyo a la declaración de los pueblos en Cochabamba y está convencido de que solo un cambio profundo en el modelo de desarrollo puede resolver este problema. Por ello, se suma a las palabras de Evo Morales en el campamento de la Vía Campesina en Cancún, señalando que defender los derechos humanos exige defender también la justicia y los derechos sociales, económicos, culturales y ambientales de todos los pueblos de la Tierra.
La coportavoz de La Coordinadora Verde Sonia Ortiga recuerda que los mercados, propuestos por algunos países como un mecanismo válido para asegurar que las ayudas y compensaciones lleguen a quienes sufren las consecuencias del cambio climático, han demostrado durante la reciente crisis su inestabilidad y su absoluta incapacidad para actuar a largo plazo, por lo que están incapacitados para gestionar los certificados de reducción de emisiones o los fondos de protección de los bosques tropicales.
Igualmente Sonia Ortiga se muestra de acuerdo con nuestros colegas de Europe Ecologie en el papel esencial que tienen los colectivos y las entidades locales en los esfuerzos por reducir el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero. La Coordinadora Verde se declara convencida de que la solución al cambio climático y al consumo inmoderado de combustibles fósiles no vendrá de los mercados sino de la combinación decidida de la acción ciudadana y una regulación estatal adecuada.
Por todo lo anterior,
Llamamos a todos y cada uno de los agentes políticos, económicos y sociales a asumir sus responsabilidades y actuar decididamente para reducir el consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero, sin esperar a que se alcance un acuerdo vinculante que prolongue el Protocolo de Kioto.
Llamamos específicamente al gobierno español a que:
• Sea coherente con sus compromisos internacionales y elimine las ayudas al carbón y otros sectores responsables del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, incluyendo la industria automovilística.
• Regule adecuadamente el mercado eléctrico para reducir el consumo energético, defender los derechos de los consumidores y asegurar que las energías renovables superan el 50% del consumo final de la energía nacional en 2020.
• Apoye a las entidades locales y a los colectivos ciudadanos que se esfuerzan en reducir su consumo energético y sus emisiones de gases de efecto invernadero para que reciban parte de los ingresos obtenidos por los mercados de carbono.
• Apoye la iniciativa Yasuni-ITT y promueva otras similares, tanto en España como en el Sur.
Llamamos a la Unión Europea para que:
• No espere a que se alcance un acuerdo vinculante en la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático y promueva decididamente políticas europeas de reducción del consumo energético y las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores, incluyendo la producción y distribución de energía, el transporte, la vivienda y la industria alimentaria para asegurar una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 40% en 2020 y del 90% en 2050.
• Reconozca su deuda ecológica y movilice recursos financieros suficientes para reducir la vulnerabilidad climática y promover el desarrollo de una economía sostenible en los países del Sur, liberándolos de la dependencia de los combustibles fósiles y de la explotación de sus recursos naturales.
• Asegure que los mecanismos de transferencia de capital y tecnología en el marco de la Convención para el Cambio Climático, incluyendo los créditos por la reducción de emisiones y los fondos para la reducción de la deforestación en los bosques tropicales, no generen más deuda externa, lleguen efectivamente a quienes más sufren los efectos del cambio climático, respeten plenamente los derechos sociales, económicos, culturales y ambientales de los pueblos y estén bajo el control de las comunidades y colectivos locales .