Con la firma de un convenio entre la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM-Bolivia) y la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), las alcaldías del país podrán incorporar a sus programas de gobierno planes y proyectos de adaptación al cambio climático.
El acuerdo establece el compromiso de ambas instituciones en acciones de apoyo a los gobiernos municipales interesados en la gestión de áreas protegidas municipales, el desarrollo de la gestión ambiental y la mitigación de los efectos del cambio climático.
El convenio, que se extenderá por tres años, fue suscrito entre el presidente de la FAM, el alcalde de Cochabamba, Edwin Castellanos, y el director Ejecutivo de FAN, Humberto Gómez.
El alcalde Castellanos expresó su satisfacción por la firma del acuerdo, y destacó la necesidad de apoyar la gestión ambiental en los municipios del país, para incorporar iniciativas medioambientales en los planes operativos anuales.
Entretanto, el representante de la FAN explicó que se identificarán a los municipios que requieran la asistencia técnica, para desarrollar sus proyectos en áreas ambientales.
“De manera conjunta y coordinada con la FAM, prestaremos el apoyo y los servicios para que las alcaldías puedan desarrollar las actividades de gestión ambiental, áreas protegidas o acciones contra la amenaza del cambio climático”, explicó Gómez.
En 2010 fue presentado el “Programa Piloto Departamental de Adaptación al Cambio Climático (PDACC)” y conjuntamente con el Gobierno Departamental de Santa Cruz, se inició un plan destinado a enfrentar la magnitud de los impactos actuales y potenciales del cambio climático.
El programa planteó por objetivo desarrollar y promover estrategias de adaptación al cambio climático, garantizando la seguridad alimentaria, la conservación de la biodiversidad y la estabilidad del ciclo hidrológico.
La FAN como parte de su estrategia en el marco del PDACC, ha diseñado y viene implementando un plan piloto, con un nuevo enfoque metodológico de extensión rural, para impulsar la adaptación al cambio climático.
Este enfoque consiste en un proceso de sensibilización participativo e inclusivo, que genera capacidades locales, para identificar, planificar e implementar medidas de adaptación, para enfrentar el cambio climático en las comunidades rurales.
El mismo debe ser asimilado por los sectores afectados, para reducir la vulnerabilidad al cambio climático de sus sistemas agro-productivos. La iniciativa tiene la finalidad de que las familias de las comunidades damnificadas cambien sus prácticas agrícolas habituales, para aplicar los principios de la agricultura de conservación, que involucran labranza mínima, rotación de cultivos y cultivos de cobertura, para que de esta forma éstos sean resistentes a los efectos adversos del cambio climático.
El Diario
