Según el delegado del BID los últimos estudios realizados se sabe que varios de los nevados bolivianos bajarán de nivel y con esto la capacidad de provisión de agua para consumo humano, riego y generación de electricidad.
"Estamos observando que los glaciares se están reduciendo, eso significa menos agua para agua potable, para riego, menos agua para producción eléctrica. (Bolivia) es un país que va a sufrir otros de esos cambios climáticos", explicó Duquesne.
El representante del BID recordó lo que sucedió con el Chacaltaya, que sería el futuro de varios de los nevados bolivianos.
Duquesne aseguró que el Banco Interamericano de Desarrollo apoyará a Bolivia con los recursos suficientes para encarar proyectos que garanticen la provisión de agua, mejor uso del líquido elemento, además de preservación de los suelos y de áreas verdes. "Es todo un trabajo que se tiene que hacer", señaló.