La propuesta también muestra una profunda división entre países ricos y pobres sobre cómo supervisar miles de millones de dólares para ayudar a las naciones en desarrollo a adaptarse a impactos tales como sequías, olas de calor, inundaciones o crecimiento de los mares.
Las naciones desarrolladas quieren aumentar la ayuda al clima a 100.000 millones de dólares al año a partir de 2020.
Esta cifra estaría dividida entre el gasto para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y la ayuda a los países pobres a adaptarse a medidas adicionales como barreras contra inundaciones fluviales o cultivos resistentes a la sequía.
Pero nadie sabe realmente cómo se distribuirá el dinero, que está muy lejos de las esperanzas de las naciones pobres. Casi 200 países acordaron en diciembre en unas conversaciones sobre el clima en México presentar las ideas iniciales a la Secretaría de Cambio Climático de la ONU.
Corea del Sur instó el miércoles a la creación de "un índice de vulnerabilidad según el grado de cada país a la exposición de los impactos adversos del cambio climático, a fin de establecer prioridades en la prestación de apoyo financiero y técnico".
La propuesta es un índice que "tome en consideración el grado de los efectos del cambio climático, incluido el aumento del nivel del mar, los recursos hídricos, la salud y la capacidad de respuesta de cada país, en cada una de sus áreas, de manera integral", dijo.
Actualmente no existe un ranking de la ONU sobre la materia. El año pasado, la consultora británica Maplecroft nombró a Bangladesh, India, Madagascar, Nepal y Mozambique entre los países más vulnerables a los impactos del cambio climático en los próximos 30 años, en un ranking de 170 naciones.
El informe también muestra que naciones en desarrollo, incluyendo a Bolivia, Indonesia y Ghana, quieren planificar un "comité de adaptación" para la mayoría de las naciones pobres.