Últimamente ha crecido la incertidumbre respecto al futuro del Protocolo de Kioto, que es el primer tratado legalmente vinculante cuyo objetivo es reducir las emisiones de esos gases, a los que se responsabiliza del calentamiento de la Tierra.
Estados Unidos no ha firmado este tratado, y la mala situación económica internacional ha hecho que a muchos países les esté resultando más fácil de lo que esperaban cumplir los objetivos de reducción de las emisiones.
Los límites existentes expiran en diciembre de 2010, pero Japón, Rusia y Canadá ya han dicho que no aceptarán que se extienda la vigencia del Protocolo de Kioto y que lo que quieren es un nuevo tratado en el que estén incluidos los principales países emisores. Sin embargo, la mayoría de los gobiernos, también los de los países en vías de desarrollo, respaldan la prórroga.
La secretaria ejecutiva de la UNFCCC, Christiana Figueres, se ha dirigido a las autoridades japonesas durante su participación en un seminario en Tokio: "Habéis invertido mucho en la infraestructura del Protocolo de Kioto. Si Japón responde con un 'no' categórico al Protocolo de Kioto, se arriesga a perder muchas de esas inversiones".
En este sentido, Figueres ha advertido de que "solo los países de Kioto pueden utilizar los mecanismos de Kioto", entre los que se incluyen los regímenes de comercio de derechos de emisión.
Pero el Gobierno nipón ha dicho que el acuerdo que se alcanzó en la cumbre de la ONU sobre cambio climático que se celebró en Cancún (México) a finales del año pasado incluye una nota a pie de página que permitiría a Japón utilizar el Mecanismo de Desarrollo Limpio y otros regímenes de comercio de emisiones del Protocolo de Kioto pese a su ausencia en el segundo periodo de aplicación de éste.
Numerosas empresas japonesas y el propio Gobierno han estado participando muy activamente en el comercio de emisiones de gases de efecto invernadero, que permite que un país rico cumpla una parte de sus objetivos de reducción de esas emisiones comprando compensaciones por emisiones a proyectos de energías limpias que se desarrollan en países en vías de desarrollo.
Figueres ha pedido a Japón que aclare qué condiciones cree que deberían darse para que acepte la prórroga del protocolo.
La secretaria ejecutiva de la UNFCCC va a participar en Tokio en un encuentro informal de delegados de unos 30 gobiernos nacionales que estará presidido por Japón y Brasil y con el que se pretenden relanzar las conversaciones sobre el cambio climático de cara a la cumbre que habrá a finales de este año en Durban (Sudáfrica).
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