A menos que se tomen medidas inmediatas, el cambio climático podría tener un efecto devastador sobre los bosques del mundo y sobre los casi 1.000 millones de personas que dependen de ellos para desarrollar sus vidas, según detalla un grupo de científicos expertos en bosques en un informe que se publicará la semana que viene. Los investigadores del Centro Internacional de Investigación Forestal (CIFOR, siglas en inglés) recomiendan la implementación de medidas de adaptación que reduzcan la vulnerabilidad de los bosques y de las comunidades que de ellos dependen; en los próximos 100 años, estas comunidades experimentarán una combinación sin precedente de problemas relacionados con el cambio climático, como inundaciones, sequías, incendios forestales, y otros fenómenos medioambientales.
Las negociaciones para reducir la deforestación tropical y la degradación forestal en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) están a punto de comenzar. Sin embargo, según el libro de CIFOR Facing an Uncertain Future: How Forests and People can Adapt to Climate Change (“Enfrentándose a un futuro incierto: cómo los bosques y la gente pueden adaptarse al cambio climático”) que será publicado la semana que viene en la Conferencia de Partes de CMNUCC que se celebrará en Polonia, se deben tomar medidas de inmediato para adaptar los bosques al cambio climático. Entre estas medidas se encuentran la protección de los ecosistemas contra perturbaciones climáticas y la selección de especies que puedan soportar mejor los cambios previstos en el clima.
Si se gestionan de manera apropiada, los bosques pueden ayudar en gran medida a que comunidades vulnerables se adapten al impacto del cambio climático. Sin embargo, si no se gestionan de manera apropiada, los bosques agravarán este impacto. Además, debido a su capacidad para absorber dióxido de carbono de la atmósfera, los bosques podrían ser una parte importante de la solución para el cambio climático. Si los bosques son destruidos, la creciente cantidad de carbono en la atmósfera exacerbarán la destrucción del resto; según el informe, es un ciclo que se auto-perpetúa.
“La necesidad de ayudar para que los bosques y a las comunidades forestales se adapten al cambio climático ha recibido muy poca consideración en políticas nacionales y negociaciones internacionales. El problema de la adaptación se está tratando de forma secundaria al de la mitigación, pero los dos están irremediablemente relacionadas,” dice Frances Seymour, director general de CIFOR.
Según el informe de CIFOR, los bosques proporcionan ingresos, alimentación, medicinas y materiales de construcción a millones de personas, y proporcionan funciones cruciales para el ecosistema, ya que purifican el agua y regulan inundaciones y sequías. Son, por tanto importantísimos para que las sociedades humanas se puedan adaptar al cambio climático.
El informe identifica dos formas de adaptación distintas pero relacionadas. Una de ellas es adaptar la gestión y conservación de bosques para reducir el impacto del cambio climático en los ecosistemas forestales.
“Hemos identificados dos categorías generales de medidas de adaptación para ecosistemas forestales,” dice Bruno Localtelli, científico de CIFOR y autor principal del estudio. “La primera es proteger a los ecosistemas contra perturbaciones climáticas, a través de iniciativas como la gestión de fuegos para reducir el riesgo de incendios incontrolados, o el control de especies invasivas. En cuanto a las especies que plantamos, podemos seleccionar especies que soporten mejor los cambios previstos en el clima. De esta forma, evolucionamos con el clima cambiante, en lugar de resistirnos al mismo.”
La segunda forma de adaptación es ayudar a quienes gestionan, viven o conservan los cambios a que se adapten a futuros cambios.
“La gente que vive en los bosques depende en grado sumo de bienes y servicios forestales, y generalmente presentan una gran vulnerabilidad socioeconómica,” dice Locatelli. “Normalmente, esta gente tiene una comprensión mucho más detallada que nadie sobre sus bosques. Sin embargo, debido a las tasas sin precedente de cambio climático, su capacidad de adaptarse a nuevas condiciones se está poniendo en peligro. Necesitan ayuda.”
El informe analizó la literatura científica existente sobre los efectos del cambio climático sobre los bosques, y llegó a varias conclusiones muy alarmantes:
· Es probable o muy probable que a finales del siglo XXI, las regiones tropicales de África, Asia meridional y Centroamérica se estén calentando a tasas mayores que la media anual de calentamiento.
· Es probable que las precipitaciones en África oriental y durante el monzón estival de del sur y el sudeste de Asia aumenten.
· Es probable que la precipitación anual en gran parte de Centroamérica descienda, ya que esta región es el “punto caliente” tropical más importante para el cambio climático. Los cambios de precipitaciones en el Sáhel o en el Amazonas son difíciles de predecir.
· Es probable que las intensidades máximas de los vientos causados por ciclones tropicales aumenten, sobre todo en el sur y el sudeste de Asia, causando un aumento drástico de las precipitaciones.
· Se prevé que inundaciones y sequías aumenten a nivel mundial, dificultando la gestión del agua.
“En muchos bosques, cambios relativamente menores del clima pueden tener consecuencias devastadoras, aumentando su vulnerabilidad a la sequía, el fuego y los insectos,” dice el ecologista forestal y co-autor del estudio Markku Kanninen, de CIFOR. “La quema de bosques moribundos emite grandes cantidades de gases de efecto invernadero, por lo que es posible que un pequeño cambio inicial del clima lleve a cambios mucho mayores.”
Los bosques montanos serán los primeros en desaparecer, dice Kanninen. “Sabemos que los bosques nubosos son muy sensibles al cambio climático, como sucede con otros tipos de bosques montanos, porque cuando suben las temperaturas y descienden las precipitaciones no tienen qué hacer.” Según el informe, los bosques manglares de áreas costeras de África occidental, que reducen los efectos de las tormentas y permiten vivir de la pesca, son altamente vulnerables a subidas del nivel del mar. Además, se prevé que muchos manglares se sequen por completo; las sequías en Senegal y Gambia han tenido efectos devastadores sobre estos ecosistemas.
Hay científicos que ya han encontrado ejemplos de pérdida de biodiversidad a causa del cambio climático. En los bosques nubosos del altiplano de Costa Rica, la pérdida de nubosidad a causa de la subida de la temperatura del océano está relacionada con la extinción de 20 especies de rana.
“Esto es solo el principio de la posible pérdida de biodiversidad forestal a nivel global debido al cambio climático,” dice Kanninen. Varios estudios predicen que el descenso en las precipitaciones en una región rica en biodiversidad como el Amazonas podría causar un retroceso a gran escala del bosque y sustitución por sabana.
“Los bosques tropicales secos también son altamente vulnerables,” dice Kanninen. “Los cambios previstos en los niveles de precipitación de muchas regiones, por muy pequeños que sean, harán que estos bosques sean más susceptibles al fuego y a cambios ecológicos a largo plazo, lo que podría causar la extinción de miles de especies.”
Según el estudio, las políticas de adaptación deben ser multisectoriales. Por ejemplo, los ministerios de transporte tienen un interés en conservar bosques sanos. El humo de los incendios forestales en Indonesia es a menudo lo suficientemente denso para tener que cerrar aeropuertos, mientras que los corrimientos de tierras a menudo dañan carreteras. Las compañías de agua o hidroeléctricas de Sudamérica están empezando a pensar en involucrarse en la gestión de ecosistemas (incluyendo bosques) río arriba, para reducir su vulnerabilidad cuando cambia la calidad o la cantidad del suministro de agua.
“Las estrategias de adaptación deberían basarse en conocimientos locales ya existentes sobre gestión de bosques según la variabilidad del clima, y también deberían permitir que los miembros de las comunidades pasen a la acción de acuerdo a sus circunstancias locales,” dice Seymour. “Para muchas comunidades, adaptarse al cambio climático es materia de vida o muerte; necesitamos actuar ya para asegurar un futuro mejor.”
Contacto: whernanlarah@gmail.com
viernes, 13 de agosto de 2010
Se presenta un informe en el que los científicos analizan las áreas forestales, el cambio climático y proponen soluciones para evitar un desastre medioambiental.
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