A pesar de las lluvias y del ingreso del frente frío, los incendios y quemas continúan en el departamento. Es que la precipitación en algunas zonas fue débil y en otras prácticamente no cayó ni una gota de agua, como en Cordillera.
En la zona de Masicurí (Vallegrande) la gente se cansó de esperar que llueva mientras el fuego sigue destruyendo pastizales naturales, potreros y bosques, principalmente en Arenales y Masicurí Alto.
Desde allí, las brigadas civiles y militares que ayudaron a aislar los incendios (para que no lleguen a las comunidades pobladas), se replegaron ayer a la ciudad capital.
Guillermo Saucedo, director del Centro de Operaciones de Emergencias Departamentales (COED), dijo que la lluvia ha tenido efectos positivos, especialmente en los municipios de Santa Cruz de la Sierra, Porongo, Cotoca y en provincias como Sara e Ichilo, donde han descendido los focos de calor gracias a las precipitaciones.
Sin embargo, en las provincias de Chiquitos y Ñuflo de Chávez no se ha registrado lluvia, por lo que el incendio reportado en Laguna Corazón todavía sigue activo.
La lluvia no llegó a las 15 provincias cruceñas, según el informe de Meteorología de Aasana. Sólo hubo aguaceros en la ciudad capital así como en Vallegrande, San José y Ascensión de Guarayos. De las tres poblaciones, Vallegrande fue donde más llovió: 10 milímetros por metro cuadrado, explicó el pronosticador de turno, Richard Pinto.
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