El 7 de diciembre en Cancún, se inician las negociaciones de los jefes del Estado en el marco de la Conferencia sobre el Cambio Climático.
Durante tres días se celebrarán intervenciones de los dirigentes, discusiones sobre cuestiones clave, y el 10 de diciembre las partes tendrán que llegar a las decisiones finales. Según los datos preliminares, confirmaron su participación en la conferencia los mandatarios de 35 países.
La canciller de México, Patricia Espinosa, ha dijcho que están las condiciones necesarias, tras una semana de negociaciones en la Cumbre, para alcanzar decisiones que permitan un acuerdo vinculante sobre el calentamiento global. Espinosa está convencida de que todo está dado para adoptar "un paquete de decisiones amplio y balanceado, que conduzca a acciones globales más efectivas".
Ser o no ser
Entre las negociaciones más sensibles están las cifras reales de emisiones de gases del efecto de invernadero que los países se deben comprometen a ajustar. La secretaria ejecutiva de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (CMNUCC), Christiana Figueres, reconoció que hay posturas "diametralmente" opuestas en relación a la ampliación del acuerdo firmado en Kioto (1997), lo que ha generado un lastre desde el principio del proceso de negociaciones.
Las diferencias persisten, además, entre los países ricos, acerca de los compromisos reales para reducir los gases contaminantes; y entre estos y los menos desarrollados y pobres, por la financiación que recibirán, por ejemplo, para mitigar los efectos del cambio climático.
EE. UU. espera que haya progresos en la financiación, la transferencia de tecnologías para hacer frente al calentamiento global, la adaptación a los fenómenos extremos y en la creación de un mecanismo contra la deforestación (REDD, por sus siglas en inglés).
Por su parte, China, que no es signataria del protocolo de Kioto pero es un país en desarrollo, considera que no está obligada a reducir sus emisiones contaminantes, pese a ser el mayor contaminador del planeta. A su vez, Japón y Canadá han señalado que no cederán en sus posiciones a menos que China y Estados Unidos, que no ha ratificado ese Protocolo, tomen medidas de mitigación equivalentes a las que ellos han tomado.
En cuanto a los países ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, que agrupa a nueve países latinoamericanos), sus presidentes se mostraron firmes en la necesidad de renovar el protocolo de Kioto, ya que este documento obliga a los países desarrollados a reducir sus emisiones de gases contaminantes y al mismo tiempo no exige un compromiso a las naciones en desarrollo.
Mientras, Brasil advirtió hoy que la negativa de Japón de sumarse a un segundo período de compromisos del Protocolo de Kioto pone en peligro el éxito de la Cumbre del Cambio Climático de Cancún.
La exigencia de una mayor participación de EE. UU.
Brasil, Sudáfrica, India y China -los cuatro países del bloque conocido como BASIC- presentaron varias pautas que consideraron "innegociables", entre ellas, que se amplíe el compromiso del pronto a expirar Protocolo de Kioto.
Los ministros de Medioambiente de los cuatro países afirmaron que un acuerdo global sobre el clima no tendría sentido sin la participación de EE. UU., y que las metas ofrecidas por este país de reducir para 2020 sus emisiones a un 17% menos que 2005 son “sumamente decepcionantes”.
El ministro del Medioambiente de India, Jairam Ramesh, opinó que Estados Unidos es no solamente un "motor tecnológico" y un donador de recursos financieros climáticos, sino también el líder en emisiones acumuladas. El país tiene a su cargo el 26% del volumen total de emisiones de los gases contaminantes durante entre 1960 y 2005. Ramesh dijo que es poco probable que se pueda alcanzar un buen acuerdo sin la participación plena de EE. UU.
Manifestaciones a nivel submarino
Al mismo tiempo, varios grupos de activistas ecológicos se pronunciaron en contra del impacto nocivo que sufre el medioambiente. Una de las más espectaculares manifestaciones ha sido una protesta subacuática. Los ecólogos instalaron en el fondo del mar 400 esculturas de figuras humanas, para demostrar que nadie puede vivir bajo el agua. Los activistas trataron de atraer la atención pública sobre el peligro de inundación que amenaza a muchas regiones litorales debido al calentamiento global.
Anteriormente, cientos de activistas y miembros de organizaciones no gubernamentales marcharon en Ciudad de México, exigiendo al Gobierno medidas para combatir el cambio climático. Con pancartas y música, los manifestantes pidieron más atención de las autoridades hacia el medio ambiente. A su vez, los miembros del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en una playa de Cancún formaron con velas la imagen de la Tierra, para pedir que se tomen decisiones para salvar el planeta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario