Enclavado en plena sierra norte de Madrid, el valle de Lozoyuela ha sido escogido para albergar el programa piloto "La energía de nuestros antepasados", con el que ya se abastece de energía limpia a 1.600 familias de la comarca.
Promover el aprovechamiento de la biomasa autóctona como fuente de energía renovable para la calefacción y el agua de los hogares de la zona es el objetivo principal de esta iniciativa, que arrancó en 2010 de la mano de la Asociación Nacional de Empresas Forestales (Asemfo).
Presentado esta semana a los medios y subvencionado por el ministerio de Medio Ambiente, el Centro de Producción y Logístico de Biomasa de Lozoyuela, produce un combustible limpio que resulta un 50% más económico que el gasóleo.
De acuerdo con los datos facilitados por Asemfo, el consumo de calefacción en una casa de 150 metros cuadrados supone un coste anual de unos 625 euros con biomasa forestal frente a los 1.717 del gas propano, o los 1.698 del gasóleo.
Con este proyecto se quiere recordar además que la biomasa forestal es la fuente de energía calórica utilizada por la humanidad desde el descubrimiento del fuego, y así fue hasta que desapareció de los hogares con la llegada de los combustibles fósiles.
La tecnología actual, defiende la citada asociación, ha desarrollado estufas y calderas alimentadas por biomasa con los máximos adelantos existentes en el área de calefacción y el agua caliente sanitaria.
Son sistemas alimentados de forma autónoma por pellets o astillas, que pueden ser programados a distancia a diferentes horas y temperaturas, con el uso de combustible limpio e inocuo que no emite CO2.
La citada asociación destaca asimismo que la extracción sostenible de biomasa para su uso como fuente de energía conlleva "múltiples ventajas sociales y ambientales", como la generación de empleo rural, la limpieza de los montes y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Para traer gas del norte de África se requieren grandes infraestructuras y complejos procesos de refinado, licuado y distribución, pero para procesar la biomasa solo es necesario contar con las empresas nacionales que ya existen y realizan actualmente dicho trabajo, ha señalado a los medios el presidente de Asemfo, Ángel Duralde.
No obstante este proyecto esta concebido para suministrar energía a los pueblos que estén más cerca de la planta de biomasa, ya que el transporte de las astillas a ciudades muy lejanas encarecería el producto.
Según los cálculos de la citada asociación, en un futuro se podrían llegar a implantar unas 300-400 plantas de este tipo en España, lo que supondría poder abastecer de calor térmico a unos dos millones de personas del mundo rural.
El proyecto piloto de Lozoyuela tiene como objetivo un ámbito de aplicación de 40 pequeños municipios rurales de tres CCAA: Madrid, Castilla-León y Castilla -La Mancha, para abastecer a una población de más de 40.000 habitantes.
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