A pesar de que la concentración de este gas es menor que la del CO2 el óxido nitroso retiene la radiación infrarroja más que el dióxido de carbono
El óxido nitroso, N2O, es el cuarto gas en importancia por su influencia en el incremento del efecto invernadero, y, según los datos obtenidos en el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña, en Tenerife, su presencia en la atmósfera aumentó a un ritmo promedio del 0.2 por ciento cada año, durante el periodo 2007-2010.
Así lo ha explicado en una entrevista el físico Ángel Gómez, del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien se basa para hacer esta afirmación en las medidas realizadas entre junio de 2007 y diciembre de 2010.
Los gases responsables del incremento del efecto invernadero son, por orden de importancia, dióxido de carbono, metano, ozono troposférico y óxido nitroso, indicó Ángel Gómez, quien señaló que las concentraciones de esos cuatro gases en la troposfera libre se miden en el Observatorio Atmosférico de Izaña.
El aumento de la presencia de estos gases hace que la Tierra devuelva al espacio menos energía de la que recibe del Sol, con lo que se produce un calentamiento, explicó el investigador.
La presencia del óxido nitroso era antes de la revolución industrial de 270 partes por cada mil millones de moléculas de aire, mientras que en 2009 la cifra era de 322 partes por cada mil millones, lo que ha supuesto un aumento del 19 por ciento.
Ángel Gómez indicó que, según las medidas tomadas cada día desde junio de 2007 hasta diciembre de 2010, el incremento de óxido nitroso en la atmósfera en ese periodo es del 0.2 por ciento anual en promedio.
Comentó el investigador que el forzamiento radiactivo actual provocado por el óxido nitroso es una décima parte del que causa el dióxido de carbono, y esto es así a pesar de que en la atmósfera hay mil doscientas veces más del segundo que del primero.
La menor concentración es compensada por el hecho de que el óxido nitroso es mucho más potente por molécula reteniendo la radiación infrarroja e impidiendo su salida de la atmósfera, agregó Ángel Gómez.
El óxido nitroso lo emiten a la atmósfera fuentes naturales y antropogénicas (océanos, suelos, quema de biomasa, uso de fertilizantes y varios procesos industriales).
Las fuentes antropogénicas son las responsables del 40 por ciento del total de emisiones,según la Organización Meteorológica Mundial.
Para medir el óxido nitroso en el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña se utilizó un cromatógrafo de gases con un detector de captura electrónica.
Cada 7.5 minutos se inyectó una muestra de aire, alternando entre aire ambiente y el procedente de un gas patrón.
Así lo ha explicado en una entrevista el físico Ángel Gómez, del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña, de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), quien se basa para hacer esta afirmación en las medidas realizadas entre junio de 2007 y diciembre de 2010.
Los gases responsables del incremento del efecto invernadero son, por orden de importancia, dióxido de carbono, metano, ozono troposférico y óxido nitroso, indicó Ángel Gómez, quien señaló que las concentraciones de esos cuatro gases en la troposfera libre se miden en el Observatorio Atmosférico de Izaña.
El aumento de la presencia de estos gases hace que la Tierra devuelva al espacio menos energía de la que recibe del Sol, con lo que se produce un calentamiento, explicó el investigador.
La presencia del óxido nitroso era antes de la revolución industrial de 270 partes por cada mil millones de moléculas de aire, mientras que en 2009 la cifra era de 322 partes por cada mil millones, lo que ha supuesto un aumento del 19 por ciento.
Ángel Gómez indicó que, según las medidas tomadas cada día desde junio de 2007 hasta diciembre de 2010, el incremento de óxido nitroso en la atmósfera en ese periodo es del 0.2 por ciento anual en promedio.
Comentó el investigador que el forzamiento radiactivo actual provocado por el óxido nitroso es una décima parte del que causa el dióxido de carbono, y esto es así a pesar de que en la atmósfera hay mil doscientas veces más del segundo que del primero.
La menor concentración es compensada por el hecho de que el óxido nitroso es mucho más potente por molécula reteniendo la radiación infrarroja e impidiendo su salida de la atmósfera, agregó Ángel Gómez.
El óxido nitroso lo emiten a la atmósfera fuentes naturales y antropogénicas (océanos, suelos, quema de biomasa, uso de fertilizantes y varios procesos industriales).
Las fuentes antropogénicas son las responsables del 40 por ciento del total de emisiones,según la Organización Meteorológica Mundial.
Para medir el óxido nitroso en el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña se utilizó un cromatógrafo de gases con un detector de captura electrónica.
Cada 7.5 minutos se inyectó una muestra de aire, alternando entre aire ambiente y el procedente de un gas patrón.
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